aproximación a la Roma de Juvenal.
Suburra[1], tepito del mundo antiguo, es
Sobrepoblación, desigualdad social, desempleo, inseguridad, son motivos suficientes para que un “legítimo” romano, en el caso de Umbricio, considere que la vida en la capital es insufrible y busque oportunidad de hacer mejor vida en otra parte. Nada más parecido a los miles de trabajadores que buscan oportunidades fuera de su patria de origen.
En Roma, inmigrantes y esclavos de las provincias, ora médicos, ora adivinos, son chivos expiatorios de la crisis económica que el imperio atraviesa. Son vistos como oportunistas que roban a los romanos sus trabajos y pervierten la tradición. (III, 58-125vv.)Complejo de inferioridad del colonizador que se ve colonizado y que trata, a tropezones, de dar fácil solución a los problemas: adopción de una política de odio hacia el otro, xenofobia que el tercer reich en el siglo pasado y los gringos en la actualidad, se empeñan en emular, provocando inestabilidad social. “Bonito” homenaje a la antigüedad.
Pero no sólo los problemas están en la falta de empleo y la mala distribución de la riqueza, se torna peligrosa la existencia con los frecuentes derrumbes e incendios, aún más cuando, a causa de la sobrepoblación, se expande la urbe hacia el cielo y se llena el paisaje urbano de insulas[2] construidas al aventón (III, 189-122vv.). Estos son algunos problemas que, sobre la sociedad de su tiempo, relata Juvenal en su literatura.
Puto magis intellegi, si dixero…
Los problemas expuestos por Juvenal en sus sátiras me hacen pensar en su postura respecto al papel de la literatura en la sociedad. Coincido con Bickel cuando afirma, en su manual de literatura latina[3], que las sátiras juvenalias se distinguen de las de Persio y Horacio por la defensa de una clase social determinada, lo que para mí implica una crítica política implícita y cierta responsabilidad frente a la problemática social.
Juvenal no se limita a la denuncia. Si la sátira III y
El problema central es económico, y por lo tanto, político. La avaricia ha llevado a la grosera concentración de riqueza, ha impuesto que la política esté al servicio de una clase social (división de clases según el patrimonio[4], privilegios a las clases altas: lex roscia thetralis[5], etc) promueve una política imperialista al estilo contemporáneo:
Veniet classis quocumque uocarit spes lucri….[6]
Frente a esto, la solución propuesta es la adopción de la austeridad como valor, la reivindicación de la dignidad frente a los abusos de las clases altas (sát.X), la solidaridad ejemplificada con la mención de las costumbres de los judíos (inverosímil, ¿no?. En xiv, 96-106), el empeño en la educación de las generaciones venideras (sát. Xiv). En suma, como respuesta:
[1] Epíteto metonímico. Cf. Juvenal, III, 5; X, 155-56.
[2] Diferente cosa son los edificios del infonavit en la actualidad, ejemplo de vivienda digna y segura.
[3]Bickel, E., Historia de la literatura romana, Madrid, Gredos 1969.
[4] 400 000 sestercios para ser equite.
[5] III, 159.
[6] “Irá una flota adondequiera la llame la esperanza de lucro…” xiv, 277-78.
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